El hermano del nieto 133 alentó a ir “por los 300 hermanos y hermanas que todavía faltan”

Miguel Santucho, hermano del nieto recuperado número 133 por Abuelas de Plaza de Mayo, celebró el abrazo que pudieron darse luego de confirmarse la restitución de su identidad, que fue informada el viernes por el organismo de derechos humanos. 

En diálogo con Radio Barriletes, el Tano, como lo conocen en el movimiento de derechos humanos, manifestó que la alegría es inmensa. “Tengo la gran alegría de que él también nos buscó, de que él también nos encontró, entonces ese abrazo que nos dimos era el abrazo de una búsqueda compartida. Yo lo busqué, pero él también”. 

Por otro lado, comentó la importancia que tiene para su hermano conocer la verdad sobre su identidad. “Él valora ante todo la verdad, dice ‘por suerte ahora sé quién soy, llegué a esa verdad y se la puedo dar a mis hijas, que era lo que más anhelaba’, poder resolver sus dudas para poder brindar certezas a sus hijas”. 

“Con inmensa alegría Abuelas de Plaza de Mayo comunica la restitución del hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, el nieto de la Abuela Nélida Navajas, una pieza fundamental de nuestra Asociación. Nélida partió en 2012 sin el abrazo anhelado y fue su nieto, Miguel “Tano” Santucho, quien se puso al frente de la búsqueda familiar junto a la institución”, comienza el comunicado publicado por Abuelas para dar a conocer la gran noticia para el movimiento de derechos humanos. 

A Santucho luego le preguntaron qué le diría a su abuela Nélida, si tuviera la posibilidad. Y él respondió: “Ya puede descansar tranquila, hicimos lo que ella quería. Logramos encontrarlo y ahora vamos por los que faltan”. 

Se calcula que unos 300 niños y niñas fueron secuestrados y apropiados durante la última dictadura militar en Argentina. “Ojalá  esto sirva para que se acelere ese proceso, para que los que tienen dudas se vean fortalecidos en acercarse”, agregó el militante de derechos humanos en diálogo con la radio de Paraná y difundidas por el Informativo FARCO. 

Por último señaló que la búsqueda de esos nietos y nietas, que en la actualidad deben tener alrededor de 47 años, “sigue siendo urgente”. 

“Cuanto antes puedan recuperar su identidad más van a tener para gozar de la verdad y la verdad sabemos que es sanadora y que puede ser muy bella”, concluyó.

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